mayo 12, 2006

Lloriqueos

¿Que haríamos si no pudiéramos lloriquear un poquito de vez en cuando? Éste es cortito. Necesitaba hacer una cita para Algo Importante. El número de A. I. tiene uno de esos servicios que te permite seleccionar la lengua que tu prefieras. Como siempre, seleccioné el español, pues me gusta oír mi propio idioma tan seguido como pueda.


Tras la espera usual oyendo maravillas sobre cómo funciona A.I., me comunicaron con una mujer mandona que me dió un montón de información inútil y que me dió una cita para una fecha de lo más inconveniente. No, no, no había manera de cambiarla, insistía ella. Yo tenía que acomodarme a la agenda de A. I. porque de verdad, no había nada que ella pudiera hacer.


Cinco minutos después volví a llamar y seleccioné el inglés como lengua. Me tocó un representante diferente que me ofreció dos opciones más para mi cita. La agenda estaba bastante llena, pero logré una mejor cita y estoy satisfecha. Ahora díganme qué piensan. La representante que hablaba español, ¿era sencillamente incompetente, o fue discriminación?

2 comentarios:

nubia dijo...

wow genial, ahora puedo saber que no soy tan rara por el hecho de tener 19 años y estar fascinada con el tegido.....

este es un lugar agradable...te seguire leyendo y esperando que me puedas recomentar algunas puntadas para mis tegidos...

Lía dijo...

Bueno, incompetentes los hay en todas las lenguas...es probable que sólo fuera mala suerte.

Piensa que lo bueno de hablar los dos idiomas es que tienes el doble de oportunidades, no?

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