El cónyuge quería un gorro muy fino, en un color sólido. Escogí el estambre "Merino Dream" de Lucy Neatby.
Ay, como me arrepiento de esa decisión.
Empecé con agujas de 3 mm(las recomendadas en la etiqueta), y terminé bajando dos medidas hasta usar 2 mm. Esto es equivalente al tamaño 0 en los Estados Unidos. Lo cual implicó también que necesité cientos de puntos (Ay, echo de menos la alegría de los gorros hechos en la Addi, con sus 46 puntos).
El estambre además se parte, y está muy disparejo tanto en textura como en color. La etiqueta advierte sobre tonalidades variadas, pero aquí el problema eran puntos donde el estambre estaba atado de manera muy apretada y el tinte no penetró. De verdad que odio, odio, odio este estambre. Me quedan unos 55 gramos, suficientes para otro gorro si lo quisiera, pero no quiero. El cónyuge sugirió unos mitones a juego y tuve que gruñirle.
Otro problema es que el cónyuge quería piezas de ajedrez como decoración. Sin poder ofrecer contraste con otro color, mi única opción era usar punto bobo. Como pude constatar, funcionan bien con colores claros, pero no con el negro carbón. Así que después de invertir tiempo graficando las figuras y experimentando con ellas hasta satisfacer al cónyuge, una vez en el gorro son difíciles de encontrar.
Ni modo. No es posible estar siempre feliz con todo lo que uno teje.
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