Desgraciadamente, también hay malas noticias. Inmediatamente tras la mudanza yo había desenvuelto una pintura enmarcada y el vidrio parecía intacto. Y lo estaba, excepto por una esquinita.
Vaya, otra cosa más que necesita reparación. Recuerdo haber pensado que la pintura se vería mejor sin el vidrio. ¿Creen que sea una buena idea deshacerse de él? Otra mala noticia es que tuve que destejer la primera manga del raglán. Y la segunda. Me senté, medí otra vez y me di cuenta de que necesito distanciar mis disminuciones más de lo que yo esperaba. No van a emparejarse con las disminuciones de la espalda y el frente, pero no me pienso entretener con ello porque quiero acabar pronto. Añadí unas cuantas hileras a la chambrita entre estar tejiendo y destejiendo el raglán.
Mi codo no mejora, pero tampoco empeora. Supongo que eso es una noticia regular. Reconocí que ya era hora de ir al médico. Nos aseguramos hace un par de semanas con nuestra nueva compañía pero no nos han llegado las tarjetas del seguro, así que llamé a sus oficinas. La muchacha que me atendió al teléfono no logró localizar nuestro registro, lo cual significa básicamente que no tenemos cobertura con ellos, pero cuando revisé el correo ahí estaban nuestras tarjetas. Me dio un buen susto pero no me voy a enojar porque es difícil lidiar con apellidos compuestos de extranjeros.
1 comentario:
El año que pasé en Usa finalmente tuve que unir mis dos apellidos con un guión harta de tantos follones, aunque jamás conseguí que pronunciaran bien mi nombre...Espero que mejore tu codo!
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