Pero antes, quiero dar las gracias por los consejos de viaje a Las Vegas. Nos divertimos mucho con mis padres, tomando fotos de la arquitectura ecléctica, y nos encantaron los dos espectáculos a los que asisitimos (KA y Love, ambos del Cirque du Soleil). Incluso visitamos el Gran Cañón, el cual realmente nos dejó sin aliento.
Regresamos a casa para enfrentarnos a una llanta ponchada, seguida de la pérdida de un tapón (embellecedor), mas dos válvulas que rompimos al instalar tapones nuevos, lo cual nos hizo ver la necesidad de reemplazar todas las válvulas. Considerando los gastos inesperados, me da muchísimo gusto no haber gastado dinero jugando en Las Vegas. Otro problema fue que el chucho se puso en huelga de hambre en cuanto nos fuimos según me cuenta mi pobre vecina, la cual hizo esfuerzos sobrehumanos para tenerlo contento. Me siento culpable pensando en lo preocupada que estuvo, porque aunque le advertí que el chucho era melindroso y necio, no nos esperábamos que dejase de comer del todo. Mi vecina es una señora muy amable y le cocinó algo de pollo, pero sólo se lo comía si se lo metía a la boca. ¿Pueden creerlo? Por supuesto, terminé de tejer el suéter de su perrito y espero pronto tener una oportunidad de tomarle una foto. Mientras tanto, he estado trabajando en los calcetines del cónyuge:
Pero hoy vamos a la playa con mis padres y vamos a cenar en un restaurante vietnamita. Mis padres se van a quedar con nosotros para Navidad y hasta después de Reyes (que nadie celebra en los Estados Unidos), así que estaré algo ocupada. Soy muy afortunada de tener padres de bajo mantenimiento que además ayudan con las tareas del hogar. Eso me hace apreciar aún más su visita. Lo mejor es la cámara de mi padre, eso mejorará la calidad de las fotos de este blog por un tiempo, aunque no habrá entradas frecuentes.
Probablemente no escriba nada mañana, así que voy a aprovechar para desear una Feliz Navidad a todos los que la celebren.
